Carlos Crespo  
Campaña en Defensa del TIPNIS  
1. Se habla del ventriloquismo de la izquierda boliviana  no sólo a la pulsión por repetir fórmulas autoritarias que han  fracasado en los países del "socialismo real", hoy encarnada en el  iluminismo estalinista de nuestros gobernantes, sino también, dada su  estructura organizativa caudillista y centralista, a la práctica de la  militancia izquierdista de acatar las órdenes y repetir los juicios y  prejuicios de sus jefes.   
Una  de esta semana de don Feliciano Vegamonte, alto dirigente del MAS  departamental de Cochabamba. En un debate televisivo con Pablo Rojas,  miembro de la Campaña en Defensa del TIPNIS, refiriéndose a la represión  contra miembros de la Campaña que intentaron ingresar a la gobernación  para entregar un mensaje y flores en señal de paz, despectivamente hizo  referencia a su escaso número incluyendo a "tres locas que estaban  gritando", Rojas le respondió inmediatamente "una de esas locas era mi  madre y usted es un malcriado". Hay una ideología machista, sexista  detrás del nacional-indigenismo masita, del cual nuestro presidente es  un digno representante y sus dirigentes discípulos diligentes.  
2.  Durante la Rusia estalinista cada vez que el Gran Hermano decidía  deshacerse de sus enemigos o resolver una crisis interna, el fantasma de  la contrarrevolución y conspiración zarista emergía como justificación  para el asesinato, encarcelamiento y prisión en los campos de  concentración. En los últimos días ha aparecido Juan Ramón de la  Quintana exigiendo la expulsión de USAID por manipular a los indígenas,  financiar sus movilizaciones, corromperles con proyectos mercantilistas  de la naturaleza. En Bolivia el fantasma de USAID aparece cada vez que  el gobierno enfrenta disidencias y crisis internas, hoy como dispositivo  para deslegitimar la marcha indígena y justificar una futura represión  al movimiento, en nombre de su postura "antiimperialista" y  anticapitalista".   
En el mundo real USAID hace buenos negocios con el gobierno; solo un ejemplo actual. Un proyecto de USAID es el "Proyecto Integrado de Seguridad Alimentaria" (http://www.ifsproject.org/);  en ese marco, el año 2010 nueve municipios, todos bajo dominio del MAS,  suscribieron convenios marco de cooperación interinstitucional con el  proyecto. Porque no se investiga este proyecto? Uno de los municipios  involucrados es Toro Toro, como se sabe zona de un parque nacional, se  los expulsará? O es que para el gobierno "antiimperialista" de Evo  Morales existen financiamientos gringos "buenos" y "malos"?  
3.  Un mito entre ciertos desencantados del proceso Evo Morales es afirmar  que el líder cocalero ha cambiado, ya no es el otrora defensor de la  madre tierra. Como dirigente cocalero, Evo Morales nunca cuestionó el  enfoque desarrollista del programa de USAID de desarrollo alternativo  como tal, la crítica radicaba en estar vinculado a la estrategia  represiva antidroga. El presidente apostaba ya desde esa época, junto  con la economía de la coca, por industrializar el trópico, introducir  ganadería, especies exóticas y variedades mejoradas de productos  agrícolas con una perspectiva de exportación, todo ello en una región  cuya vocación no es apta para tales fines, y por el contrario tiene  importancia estratégica como regulador bioclimático y hábitat de pueblos  y culturas autónomas, aspectos que en su momento a  USAID ni al entonces sindicalista cocalero les interesó.  
4.  En los debates del TIPNIS está ausente el alcance de la autonomía  indígena. Muchos disidentes del MAS señalan que Evo está traicionando la  CPE  al vulnerar la autonomía indígena, constitucionalizado por el actual  proceso, principalmente en el derecho de consulta. Por el contrario,  considero que la autonomía indígena fue seriamente dañada desde la  constitución misma, pues esta es reconocida solo en la medida que se  subordine al Estado y sus intereses estratégicos. Bajo esa lógica y  respaldada en la misma constitución, si el estado considera estratégico  explotar hidrocarburos en parques nacionales y construir carreteras a  través de territorios indígenas, está facultado a hacerlo pues por  encima de la autonomía indígena está el interés del estado.    
Esto  me lleva a recuperar la visión anarquista de la autonomía, fuera o más  allá del horizonte estatal. Para los pueblos indígenas del TIPNIS la  lucha contra la carretera es parte de una larga lucha contra el estado y  los poderes dominantes por defensa su autonomía como sociedad y  cultura, su capacidad de tener dominio de sus interacciones. Y esto  supera el horizonte estadocéntrico de la misma constitución del estado  plurinacional de Bolivia. De ahí la batalla final por el TIPNIS.  
 
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