viernes, 15 de febrero de 2013

"Este proceso de cambio no tiene salida, hay que sustituir con otro tipo de proceso totalmente diferente"

AINI, Cochabamba.-Pablo Rojas Paredes, especialista en el área de Gramática Española y Músico de profesión. Tiene una larga trayectoria laboral en Ediciones Runa, una de sus obras escritas es “Teoría y Práctica de la Nueva Gramática Española”; otra reciente es "El Sueño del Presidente: La Pesadilla de la Madre Tierra". Actualmente, docente en Licenciatura de Educación Intercultural y Bilingüe (Licenciatura para profesores Normalistas) de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), docente en la materia de Redacción y Lenguaje. Es ambientalista en defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).
Pregunta AINI.- ¿Cómo se explica la entrega de Pablo Rojas a la defensa del Tipnis?
Responde Pablo Rojas.- El año 2010, cuando se realizó la cumbre de Tiquipaya, ya había salido la noticia de que se quería realizar la carretera que atravesaría el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure y nadie dijo nada; ni en los medios de prensa, ni hubieron manifestaciones de las personas y yo dije: “nosotros como ciudadanos Bolivianos, como Cochabambinos resguardado en la Constitución no sólo tenemos que exigir que se cumplan nuestros derechos ya que en la Constitución tenemos muchos derechos, sino también, hay una página suelta que habla de nuestras obligaciones éticas, morales como ciudadanos y una de esas indica que tenemos que defender el Medio Ambiente”.
Es un sentimiento que me nació desde dentro, no ser indiferente, más aún en este tiempo en el que vivimos con una apatía social donde cualquier hecho queda al margen del común denominador de la gente. Ahí (en la cumbre de Tiquipaya) participamos con una mesita, justo en la entrada al campus de Univalle (Universidad del Valle, Tiquipaya – Cochabamba) con nuestros primeros volantes, disfrazándonos; y la gente se sorprendía. Ahí comenzó la campaña en defensa del Tipnis, empezamos socializando lo que es el Isiboro Sécure, ahí también empezamos a tener contacto con dirigentes; gente muy sana, consecuente, muy linda.
AINI.- ¿Quiénes conforman la Campaña en Defensa del Tipnis y con qué recursos económicos se sustentan?
Pablo Rojas.- El grupo ha surgido como voluntario y lo sigue siendo, sin ningún patrocinio por detrás. Está conformado por: jóvenes de colegio, universitarios, profesionales, gente mayor, es un grupo muy bonito de voluntarios.
Ante las actuaciones mal intencionadas del Gobierno de tildarnos  de ser financiados por grupos que nos pagan un sueldo y demás; eso a veces pasa porque el ladrón piensa que todos son de su misma condición, no. Somos una campaña muy limpia y muy comprometida con la defensa de la madre tierra y los derechos de los pueblos indígenas.
El sustento económico viene de los aportes voluntarios, hay gente que ha ido aportando, desde nuestras primeras reuniones fuimos aportando con una vaquita (aporte voluntario para un fin común) de 1, 5 o 10 bolivianos y en las marchas a las cuales asistimos la misma población nos ha respaldado con sus aportes, porque siempre lo hemos hecho de cara a la gente y con los medios de comunicación.
AINI.- ¿Cuáles son tus reflexiones ecológicas para la población?
Pablo Rojas.- Todos tenemos que convertirnos en ambientalistas. Cuando de repente oímos en la calle es problema de los ambientalistas, no es así, es problema de todos, porque está constitucionalizada esa obligación de todos los bolivianos de defender éticamente la vida y si no participamos activamente, no levantamos la voz, con nuestro silencio somos cómplices de todas las arbitrariedades.
No es justo que el Gobierno, aprovechando del poder destruya la vida, destruya culturas, porque la carretera a través del Tipnis no sólo implica la destrucción de la naturaleza, sino, implica un etnocidio progresivo de las culturas Moxeñas, Trinitarias, Chimanes y Yuracarés que habitan dentro el Parque Isiboro Sécure.
Tenemos que defender a las culturas bolivianas cosa que no está haciendo el Gobierno, su discurso es un discurso que miente porque todo su accionar es lo contrario de su disertación.
AINI.- ¿De qué trata el libro “El sueño del presidente la pesadilla de la Madre Tierra”?
Pablo Rojas.- He tenido el gusto no sólo de escribirlo, sino, también de diagramarlo. Lo bonito de este libro es que ha salido como yo he querido que sea; la diagramación, la concepción de las paginas, el contenido y todo lo demás.
El Presidente tiene un sueño, y ese sueño está ligado a la palabra “progreso” de visión occidental, porque quiere implantar esa forma de desarrollo, destructora de las culturas amazónicas que tienen  otra forma de ver la realidad.
Nosotros concebimos pobreza desde nuestro ámbito citadino. Pobreza es la carencia de dinero y en comunidades del Tipnis no se utiliza dinero, entonces cuando llegas a la ciudad te vuelves pobre porque no tienes dinero. Pero debemos respetar lo que está constitucionalizado, que todos los pueblos tienen derecho a concebir el desarrollo desde su propia visión. Con esto no queremos decir que estamos en contra de la tecnología; bienvenida la tecnología externa si va contribuir a la preservación de las culturas y no a su destrucción.
Que se implementen radios para la comunicación, que haya atención en salud, educación, motores para las embarcaciones, todo eso es bienvenido. Entonces nadie está en contra de esos instrumentos tecnológicos que permite a la gente del Tipnis a desarrollarse normalmente y preservando su manera de ver el mundo. La carretera, el sueño del presidente, está ligado a la palabra “progreso” y “desarrollo” mal concebidos.
El libro está dividido en cuatro partes. En la primera, realizamos un análisis del Discurso del Presidente Evo Morales Ayma; el discurso posicionador y el discurso real, el primero es aquel que usa para posicionarse como defensor de la Madre Tierra y de los Derechos Indígenas; que sin duda lo usó muy bien porque logró posicionarse como tal. Sin embargo, la realidad sale a la luz, con un discurso real, cuando de pronto dice, “no creo que por motivo del medio ambiente no tengamos  que construir esa carretera”.
En el segundo capítulo hablamos de todas las transgresiones a las leyes, tratados internacionales y errores administrativos. En el tercero, explicamos a fondo lo que es el marco jurídico de una consulta, el cómo debería realizarse en función a lo que indica la Ley. El último, es un capítulo reflexivo, titula “Por los caminos de la libertad”; reflexionamos hacia donde queremos ir como bolivianos, de alguna manera resaltando la valentía de algunos hermanos del Tipnis que debería servir de ejemplo para los bolivianos.
AINI.- ¿Podría evaluar las esperanzas y decepciones del Proceso de Cambio?
Pablo Rojas.- Muchos de los bolivianos lo hemos elegido a Evo Morales con la esperanza y seguridad de que íbamos a tener realmente un gobierno diferente, que respete los derechos de la Madre Tierra, de los pueblos indígenas, pero vemos que por ese accionar ligado al abuso de poder no ha cambiado nada.
Si bien tenemos una buena Constitución Política del Estado que marque el horizonte para que el proceso de cambio  se haya instaurado de manera correcta, no lo está haciendo el Gobierno, porque es el primer transgresor de su proceso de Cambio de su Constitución. Este proceso de cambio no tiene salida, hay que sustituir con otro tipo de proceso totalmente diferente.
De todas maneras ha sido importante la Constitución Política que ahora tenemos. Que quede claro que en ningún momento hemos pedido la cabeza de Evo Morales, simplemente queremos que reconsidere y que cumpla la Ley. Hubo cosas buenas, pero esta falta de respeto a la Madre Tierra y a las culturas, para nosotros, es demasiado grave como para pasarlo por alto.
El presidente no va llegar a entender a las culturas amazónicas, no es un Presidente Indígena, es un presidente colono. Evo Morales no representa a los pueblos indígenas, es por eso que grupos antes afines al presidente se fueron desmarcando, como la Cidob y el Conamaq, grupos grandes, representativos de pueblos indígenas.
Lo más preocupante es que el gobierno cometió otra forma más de etnocidio, el de introducirse en las esferas organizativas de los pueblos indígenas y desmembrarlos, crear organizaciones paralelas; eso es grave. No se ha visto, ni siquiera en otros Gobierno. Lo que no han podido otros gobiernos lo está haciendo Evo Morales. Debilitar a las organizaciones es una falta de respeto y violación a la autonomía indígena, el gobierno no tiene por qué entrometerse, aunque entre comillas se haga llamar gobierno indígena.
WCL.

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